Diseñando mi futuro (Diario de Jerez)

Organización de Trayectorias. De izquierda a derecha: Ana Lorente, Luisa Porras, Javier Reguera y Domingo Martínez.

Ya al final del curso pasado sabía cual era la meta que quería alcanzar; presenté como Proyecto Final la imagen corporativa del Centenario de la Escuela de Arte, no sólo con la idea de aprobar y obtener mi título, además con la intención de que también fuese elegido como imagen para el Centenario. Y así fue. Obtuve la nota más alta de mi promoción y también me otorgaron el premio a la Excelencia Educativa convocado por el Proyecto Jerez Ciudad Educadora por mi expediente académico.

Creo que los logros no se los encuentra uno por casualidad, sino que los hay que ir cosechando con el trabajo poco a poco, alcanzando las metas que cada vez están a nuestro paso. El éxito y la experiencia es fruto además de saber aprovechar las oportunidades que se te presentan. En el fondo, digo todo esto, porque siempre he tenido claro que para conseguir algo hay que ir a por ello.

Con motivo del Centenario, la Escuela propuso Trayectorias, las jornadas sobre diseño que con tanto éxito han finalizado. Ya que yo era el creador de la imagen del Centenario, y dichas jornadas pertenecían a las actividades que se realizarán durante este curso académico, la Escuela me planteó que fuese yo el que me encargase de la preparación de toda la imagen del evento.

Si mi alegría fue inmensa cuando eligieron mi proyecto para el Centenario, imagínense cuando recibí este encargo. Ha servido para promocionarme como diseñador gráfico dentro del sector profesional, ya que mi trabajo lo han visto diseñadores y empresas importantes, como por ejemplo Enrique Acosta, Félix Rivas, Cadigrafía, Neos Brand, Sergio Olivotti, entre otros muchos, y todos coincidían en lo mismo, ya que no me faltaron felicitaciones y fabulosos comentarios sobre la imagen.

Y la cosa parece no acabar aquí, la Escuela de Arte pretende editar una colección de tres libros sobre el Centenario, de los cuales se me ha encomendado su maquetación, y en ello estoy.

Dicho todo esto, no me queda más remedio que darle las gracias a la Escuela de Arte de Jerez por todas las oportunidades que me está brindado, y que me elevan hacia el primer escalón de mi vida profesional. Además de cuatro maravillosos años en los que he estado formándome en ella, los cuales siempre los recordaré con muchísimo cariño.